Un plato mexicano como el guacamole, cuando se prepara en un molcajete, alcanza una riqueza de sabor incomparable. El proceso de amasar los ingredientes con la piedra volcánica, libera aromas y sabores específicos, que transforma el simple guacamole en una experiencia. Cada componente, desde el aguacate hasta el perejil , se mezcla con precisión